•Letras de oro en los muros de honor de la Cámara de Diputados
En este libro la LX Legislatura de la Cámara de Diputados quiere hace honor a la memoria de mexicanos ejemplares cuyos nombres han sido inscritos en letras de oro en el muro de honor de la Cámara. Gran parte de nuestra historia está plasmada allí, con los nombres de los personajes e instituciones más importantes de nuestro país.
El libro se divide en dos partes, en la primera en un cuadro se anota, en orden cronológico, el nombre de cada persona o institución incluida, el decreto que lo incluyó, la legislatura en la que se inscribió y los periodos de dicha legislatura. En la segunda y más extensa parte del libro se hace una semblanza de cada uno de los homenajeados. Se convierte así en un instrumento útil para conocer la historia de México ya que cada uno de los 75 personajes o instituciones dejaron una herencia que todos debemos conocer, recoger y llevar adelante. En el muro de honor encontramos los nombres de Juárez, Morelos, Madero, Cárdenas y Nezahuacóyotl; también el de instituciones como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, y grupos como los Constituyentes del 17 y el Heroico Colegio Militar. Además cuenta con una hermosa ilustración de cada uno de los personajes.
•Madero y Pino Suárez, 1913-1963
Madero fue un hombre clave en la Revolución de México, quien estuvo respaldado por grandes y memorables hombres, entre los que destaca su colega José María Pino Suárez. Madero tomó la presidencia con gran optimismo pero sobre todo con grandes retos por delante y Pino Suárez lo acompañó desde la vicepresidencia. La presente obra rememora la figura de Madero y Pino Suarez a nivel histórico, y se complementa con los importantes textos que ambos escribieron con valor literario, poético e ideológico. Obra fundamental que hace un recuento de la vida de estas dos figuras históricas y su labor en la construcción de un país.
•Mexicanos entre dos siglos
Las imágenes y los textos reunidos en este libro quisieron ser una mínima muestra de lo que se ve, entre el ayer y el hoy, esas dos épocas un tanto disímiles pero a la vez particularmente semejantes. Una obra que reúne textos de Armando Bartra, Fuentes, Juan Villoro, Enrique Serna y muchos autores más que plasman la diversidad de algo que ya no se puede llamar “una mexicanidad”.
•Palacio Legislativo de San Lázaro
El Palacio Legislativo de San Lázaro, construido por don Pedro Ramírez Vázquez y sede de la Cámara de Diputados, celebra su XXXV aniversario. En conmemoración se edita esta obra, cuyo propósito es dar a conocer la historia y enaltecer la monumentalidad de un edificio icónico.
La edición contiene una espléndida selección fotográfica con el fin de recordar y anclar en la memoria social, el significado de la labor que ahí se desarrolla y que motiva a la búsqueda de lo que el generalísimo José María Morelos y Pavón quería que produjera el Legislativo: “la buena ley, superior a todo hombre”.
•Textos fundamentales del constitucionalismo mexicano
Los mexicanos hemos dado grandes pasos en la consolidación del Estado. En este volumen se reproducen facsimilarmente sólo aquellos ordenamientos que guardan una relación directa y que son antecedente inmediato de nuestra actual forma de gobierno: una república representativa, democrática y federal.
Ellos son: los Sentimientos de la Nación, decretó la total independencia de España y de toda otra nación, gobierno o monarquía; este documento lo consideramos nuestro punto de partida o ley fundacional. Inmediatamente el volumen presenta el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana de 1814, conocido como la Constitución de Apatzingán, primera en establecer un régimen republicano para nuestro país, además de ratificar la independencia nacional. Enseguida, el volumen se ocupa del Acta Constitutiva de la Federación —que inicialmente delineó nuestra nación Estado Federal— y de la Carta de 1824, que consolidó a México dentro de régimen federalista. Así también, de la de 1857 que, decretó la separación Iglesia-Estado. Finalmente, de la Carta de Querétaro, sancionada el 31 de enero y decretada el 5 de febrero de 1917, que promovió un gobierno representativo, democrático y federal, y reconoció —como la primera Constitución social del mundo—, además de la propiedad comunal, los derechos laborales de la sociedad.






