Habló exclusivamente lenguas indígenas hasta los 15 años de edad. Migró a la Ciudad de México con intención de continuar con sus estudios. Crítico literario por excelencia, en sus textos siempre hay un común: la exaltación de su pueblo, de la nación indígena y la defensa del espíritu libre.
Con MAPorrúa publicó: Benito Juárez, Flor y espuma de corridos, Mágica y hechicera Oaxaca, Los hombres que dispersó la danza, Cartas sin sobre, Alacena de minucias, Xcuidihuini, Retrato de mi madre, entre otros.
Henestrosa, el hombre de lecturas y letras.