En este libro se hace un profundo estudio de una familia de la élite de la Ciudad de México a lo largo de cinco generaciones en 160 años; que comprende de 1820 a 1980. El parentesco, los rituales y la ideología son elementos básicos en el sistema cultural de cualquier grupo social. El papel vital de la gran familia de tres generaciones juega un patrón específico de parentesco, ya que representa el rasgo predominante de la gran familia mexicana y posiblemente latinoamericana.
En la familia que aquí se estudia existe la prioridad del grupo sobre el individuo, el interés de la familia sobre la libertad personal y la solidaridad sobre el desarrollo personal. Las relaciones dentro del hogar o el negocio se hallan pautadas conforme a modelos católicos, y las relaciones patrón-cliente permean familia y empresa, que a menudo son una misma cosa. Es importante destacar que es más importante la consanguinidad que la afinidad.