La obra plasma el modelo de una sociedad con lazos de igualdad, basada en el reconocimiento del otro, apelando a la interculturalidad, al derecho a la ciudadanía, a los recuerdos de nuestro pasado originario, en contra del modelo de sociedad que entroniza al poderoso y derrumba al desposeído y a todo aquel que se denomine como “otro” en el sentido de oposición a la racionalidad del sujeto dominante en una estructura de poder patriarcal.

Se conjuntan las diferentes posturas de los autores con respecto al impacto social de la discriminación y el papel de los derechos humanos ante esta situación en diferentes círculos sociales en los que se desenvuelve el individuo.