Este interesante libro aborda el tema de la credencial de elector como un instrumento fundamental en el desarrollo del proceso electoral en México. La desconfianza es un elemento presente en la cultura política mexicana, para combatirla se tuvieron que crear grandes instituciones como el IFE para disipar las dudas de una ciudadanía que por décadas fue testigo de elecciones poco claras. México es uno de los únicos cinco países en el mundo que cuenta con una credencial especial para votar y cada vez se le integran más candados de seguridad para evitar su falsificación. El autor nos presenta el problema que enfrenta el estado de Baja California, en virtud de que allí ya existía una credencial de elector local desde 1992 y hoy presentan doble credencialización. Algunos opinan que habiendo una credencial federal, la estatal debe desaparecer; otros piensan que cada estado debiera tener su credencial. El autor sugiere que la disputa se puede resolver a través de un referéndum.